♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
El aroma del café recién molido se mezcla con la vitalidad de las plantas que adornan cada rincón de Molinillo, café, plantas y más, un lugar refleja la pasión de Andrea, una joven de 27 años que decidió darle un giro radical a su vida.
Andrea estudió contaduría pública, una profesión que la llevó a pasar horas interminables en oficinas. Su espíritu inquieto y su amor por la cocina la empujaron a buscar algo más.
Sus padres le ofrecen un pequeño local y una parte de la casa familiar. Ese espacio se convirtió en el rincón donde Andrea da rienda suelta a su creatividad, donde fusiona su dedicación por las plantas, heredado de sus abuelos, con su amor por la comida.
Durante la pandemia, Andrea empezó a comprar plantas para llenar de vida su hogar, un pasatiempo que rápidamente se convirtió en una pasión.
Soñaba con crear un espacio que combinara lo vintage con lo rústico, un lugar donde la naturaleza y la gastronomía se encontraran en perfecta armonía. Y así nació Molinillo, un espacio acogedor y lleno de encanto donde se disfruta de un buen café y se pueden adquirir plantas de sombra como helechos, moneditas, lenguas de suegra y mala madre, desde 20 hasta 250 pesos.
El menú comenzó con wafles, mermeladas caseras de temporada, molletes y frappés. Poco a poco, añadió nuevos platillos según lo que sus clientes pedían.
Actualmente el éxito del lugar son las crepas, en especial dos: la Cactus, una delicia que combina manzana verde, arándano, queso crema, helado de vainilla y un toque de lechera; y la Orquídea, con mermelada de zarzamora, helado de vainilla y queso crema. Sabores que invitan a cerrar los ojos y disfrutar del momento.
Además de ser un lugar pet friendly, Molinillo se convirtió en un punto de encuentro para amigos y familias. Con su ambiente acogedor, juegos de mesa para compartir, y música en vivo que envuelve el espacio.
Ubicado a dos cuadras de Walmart en Símbolos Patrios, en la calle Calicanto 11, tercera sección de San Antonio de la Cal, abre sus puertas de miércoles a lunes, desde las 8:00 de la mañana hasta las 10:30 de la noche.
Andrea cree firmemente en la magia que se crea al compartir el espacio, al sentir la calidez del lugar y al perderse entre el verdor de las plantas que, con tanto cariño, ha seleccionado para cada rincón.
Molinillo es el sueño hecho realidad de una joven que decidió apostar por su felicidad, y que hoy, con cada taza de café y cada planta, comparte un pedacito de su pasión con quienes cruzan su puerta.