♦ Yolanda Peach | Leche con Tuna
The Boneyard fue creado para los amantes del skate, actividades alternativas y comida rica. Un restaurante que ha dejado una marca en la escena cultural de Puerto Escondido.
The Boneyard surgió como como una meta compartida entre Bronti y Marcela Tipi, dos soñadoras que decidieron convertir su pasión por el skate y la buena comida en una experiencia única para locales y visitantes.
Hace tres años iniciaron su travesía al abrir las puertas de un modesto lugar centrado en hamburguesas, que pronto se volvieron su especialidad al igual que las pizzas, pero su visión pronto los llevó a alcanzar nuevas alturas.
Lo que comenzó como un restaurante modesto ha evolucionado hasta convertirse en un referente de la cultura skater en Puerto Escondido. Su hermana, patinadora y chef de Australia, se unió al proyecto, aportando su creatividad culinaria para dar vida a un menú que refleja la diversidad y el sabor de la comida callejera de alta calidad.
“Llegué hace 12 años de vacaciones, Puerto Escondido era muy diferente, un sitio muy especial. Un día mí mamá vendió su casa y me anunció que quería ir a Indonesia, pero le dije que, si escogía Puerto, me vendría con ella, así nació todo”.
Admite que, si fuera en la actualidad, no elegiría Puerto para iniciar, ya que se volvió como Tulum, todo cambió mucho después de la pandemia.
En The Boneyard, la pasión por el skate se entrelaza con la cocina urbana. La pista de skate, el primer bowl de La Punta de Zicatela, además de ser un lugar para practicar trucos y exhibir habilidades, ofrece un ambiente vibrante y acogedor.
Los patinadores son la esencia misma del lugar. Su energía, creatividad y pasión por el skate son el espectáculo que acompaña a los comensales mientras disfrutan de sus antojos favoritos. Desde Tony O hasta Max Barrera de México, The Boneyard ha atraído a patinadores de todas partes, convirtiéndose en un punto de encuentro para la comunidad skater global.
“Los patinadores no necesitan consumir, son el show para la gente que viene a comer y convivir un rato”.
El lugar es pet friendly, tienen música en vivo y abren de viernes a miércoles, desde las 11 de la mañana hasta medianoche. Se ubican en la calle Guanajuato número 111, en Punta Zicatela.
Su menú es un homenaje a la creatividad culinaria en el mundo. Desde el Carmelo con inspiración francesa hasta el Scooby de influencia noruega.
Está el blue de inspiración americana, el Linda, de inspiración peruana o el Sefa, inspirado en Italia.
Para los amantes de lo dulce, el Coco, un pan remojado en leche de coco con huevo y caramelo salado, una experiencia que deleita el paladar. El Frank que es una crumble de manzana, mango y chocolate.
Los smoothies frescos con ingredientes como naranja, piña, frambuesa, mango, manzana, jengibre, maracuyó, almendras, coco, limón, plátano, acaí y yugurt. Cafés aromáticos complementan a la perfección para ofrecer una experiencia completa. El postre puede ser galletas, pie bourbon, brownie, pastel de zanahoria, banana o chocolate.
Los visitantes tienen la oportunidad de patinar o simplemente disfrutar viendo a los patinadores deslizarse por la pista de skate mientras saborean sus platillos favoritos. ¿No tienes tus propios patines? No te preocupes, te prestan patines para que puedas unirte a la diversión sin contratiempos. Además, para los entusiastas del skate, tienen una tienda que ofrece una variedad de productos especializados, desde tablas hasta accesorios, así como la posibilidad de obtener tatuajes que reflejen tu pasión por este deporte urbano.
A medida que The Boneyard continúa su trayectoria, su influencia en la escena local e internacional solo se profundiza. Su compromiso con la autenticidad, la calidad y la comunidad ha resonado en cada plato servido y en cada truco realizado en su pista de skate. Se volvió un símbolo de la creatividad, la pasión y el espíritu indomable que define a Puerto Escondido.
The Boneyard ha forjado un legado que trasciende las fronteras de la gastronomía y el skate. Es un lugar donde convergen los sueños, las aspiraciones y las pasiones de una comunidad diversa y apasionada. Con cada comida compartida y cada truco realizado, escribiendo su historia en los corazones y las mentes de aquellos que tienen el agrado de conocerlo.
