Las artesanías oaxaqueñas no podían faltar en la cocina gastronómica. Cómo imaginar un platillo sin que esté servido en un plato de cerámica, sobre un mantel bordado, vasos de vidrio soplado y con las cucharitas de madera.
La relación de la alimentación con la artesanía es muy íntima y antiquísima. Los objetos de barro para preparar, cocinar y servir los alimentos.
Nacen de un ritual y continúan evolucionando constantemente.
Una bebida tomada de una taza de barro cambia mucho el sabor, el sentir y el aroma de la cocina. Es parte esencial de la sazón.
Los metates, los molcajetes, las cucharas de madera, las cazuelas de cobre o barro, las jícaras mezcaleras y chocolateras, las tazas y platos son parte del ritual alimentario.
Incluso, muchos de los alimentos están relacionados con el utensilio, como el mole de olla, las tortillas de comal, la salsa de molcajete.
Por otro lado, los textiles coloridos reflejan no sólo la habilidad de los artesanos para crear verdaderas obras de arte sino la cultura del pueblo.
Los textiles son teñidos con colorantes naturales y tejidos en telar de correo o con un telar de pedal de acuerdo con las costumbres.
La ropa de mesa, que también utiliza distintos materiales, se ha vuelto también, parte importante de la cultura gastronómico.