♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
La buena comida no debería ser lujo exclusivo de unos pocos, ni capricho de los que tienen acceso a los restaurantes más céntricos.
Aunque Oaxaca es famosa por su oferta gastronómica de altísimo nivel, no todo se encuentra en la zona turística. A unos minutos de Plaza Bella, en la carretera hacia San Pedro Ixtlahuaca, un lugar cambió la narrativa: Casa Atzompa. Aquí se ofrece comida de calidad y una experiencia donde la excelencia es un derecho al alcance de todos.

Lo primero que resalta de Casa Atzompa es su ambiente: sencillo, acogedor, sin las pretensiones de los restaurantes exclusivos. “Este es un lugar para todos”, dice Darío Nolasco, chef de 24 años. “Queremos que todos se sientan bienvenidos, que cualquiera que venga, sin importar de dónde sea, pueda disfrutar de una experiencia de primera, tanto en la comida como en el servicio”.
Se distinguen por su propuesta de cocina mar y tierra con cortes de carne y mariscos frescos, pero lo que realmente marca la diferencia en Casa Atzompa, es la manera en que cada cliente es tratado. Aquí el servicio más que una simple cortesía es la base de una experiencia que quiere sentirse como un abrazo cálido.
La distinción se basa en la hospitalidad genuina, en el trato cercano pero siempre profesional. “Nos gusta dar un servicio como si atendiéramos a nuestra propia familia”, comenta Darío.

Con experiencia en cocinas como Asador Vasco y el Hotel del Silencio, Darío sabe que la clave de un buen plato es la calidad de los ingredientes, pero también la calidad humana del servicio.
“Mi trabajo como chef no se limita a la comida. El equipo que está aquí, todos, tienen una energía única, y eso hace que los clientes se sientan bienvenidos y especiales”.
El propósito es dar acceso a la buena gastronomía a aquellos que aún no descubren este tipo de experiencias. Es un refugio fuera de la rutina diaria, ideal para los que quieren desconectarse de la ciudad y disfrutar de algo más que una simple comida: un momento de placer, una excusa para escapar y sentir que están en un lugar de altura.

“Casa Atzompa nació con la idea de ofrecer algo de calidad aquí, en la zona, que no fuera necesario ir al centro para disfrutar de una buena comida, una buena bebida”, explica Darío.
El menú de Casa Atzompa es variado, ofrece algo para todos los gustos. Desde los tacos gobernador, en los que el camarón rebosado en tempura se combina con una mayonesa de chipotle y encurtidos, hasta los ribeyes, jugosos y acompañados de guarniciones como puré de camote o papas a la francesa.

La pasta al pesto, fresca y ligera, es una de las opciones más refrescantes, pero también hay lugar para un antojo más reconfortante, como la hamburguesa Casa Atzompa, bañada en una deliciosa salsa de queso y acompañada de tocino picado.
Entre los postres que destacan está el mousse de tejate, un guiño a la tradición oaxaqueña, con un toque moderno de frutos rojos y bizcocho de chocolate.
La bebida en Casa Atzompa es otro de sus grandes atractivos. La coctelería de autor, elaborada con técnicas internacionales como la clarificación de licores, permite a los comensales disfrutar de tragos que se ven bien y ofrecen una experiencia sensorial completa.

Darío asegura que la idea detrás de esta propuesta es crear maridajes perfectos que complementen los sabores de los platos. Ofrecer una experiencia que hable de la misma calidad y atención que se dedica a cada plato.
El concepto de Casa Atzompa es el de un espacio donde la cocina es una extensión del hogar, donde cada bocado evoca el calor de la cocina de la abuela, de la mamá.
Darío no oculta su pasión por crear un lugar que, aunque pequeño y alejado de la zona turística, se sienta como un refugio. “Casa Atzompa sabe a hogar. Queremos que cada cliente que venga aquí se sienta como en casa, tranquilo, disfrute de una buena comida y una buena bebida”, afirma.

Cada rincón del restaurante tiene una vibra cálida, cada plato es un reflejo de ese concepto de cocina casera pero perfeccionada, y cada cliente se va con la sensación de que vivió algo único.
Casa Atzompa logró ofrecer comida de calidad, un ambiente acogedor y un trato excepcional, porque aquí, todos tienen derecho a comer bien. Todos tienen derecho a sentirse en un lugar de altura. Y eso, en un mundo donde el acceso a la buena comida se convierte en algo cada vez más selecto, es un lujo al alcance de todos.