♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Un cheesecake de jiotilla y frambuesa puede decir mucho más de un lugar que su descripción en Google Maps. Si además llega después de un toast con setas salteadas, una memela ahumada y un filtrado de café geisha natural, queda claro que se cocina con intención.
El evento tuvo lugar en Lluvia y Cosecha, un espacio que se convirtió en punto de reunión para quienes buscan algo más. El pretexto esta vez fueron los hongos: Hongosto, un ciclo de experiencias comestibles y líquidas que exploran los sabores del reino fungi con creatividad y respeto.

En esta edición todo giró en torno a las setas. Hubo platillos pensados para reconfortar: tostadas cálidas, fermentos, y bebidas que apuestan por lo local sin hacer de ello un espectáculo.
Santiago Corte, uno de los socios del proyecto, cuenta que el evento nació de una inquietud compartida con su chef, Kevin Ramírez: “Queríamos hacer algo con hongos desde hace tiempo. Kevin es muy creativo, y cuando surgió la oportunidad de trabajar con Micelio, lo tomamos como señal”.

El resultado fue un menú breve pero bien planteado, acompañado por colaboraciones clave: el barista Ageo Hernández, quien tomó la barra con sus filtrados, y Mane Palacios, creador de fermentos artesanales con su marca Kalupho, quien ofreció kombucha y tepache como pócimas del bosque.
Además de la comida, una pequeña exposición de Micelio completaba la experiencia.

Lluvia y Cosecha nació de una amistad de años —Santiago, Diego y Emiliano se conocen desde primaria— y se construyó con precisión, respeto al origen y la convicción de que es posible hacer las cosas distinto.
Actualmente, además de operar su barra en Oaxaca, surten a restaurantes, hoteles y proyectos que apuestan por la calidad sin perder la cercanía.

El enfoque es trazabilidad, insumos con nombre y apellido, y una economía que favorece tanto al productor como al consumidor. “Queremos que quien llegue aquí coma bien, sin que tenga que romper el cochinito. La calidad no debería ser un lujo”, dice Santiago.
Entre toasts, choripanes, carnes frías y miel nativa, el menú diario ofrece opciones accesibles que mantienen su identidad. Es en los eventos donde la propuesta se expande: destilados con hongo melena de león, bebidas a base de maíz y cacao nativo, experiencias sensoriales que invitan a explorar.

Para quienes se lo perdieron, septiembre aún guarda dos fechas clave en Lluvia y Cosecha: una segunda ronda de fermentos y destilados con hongos, y un evento doble dedicado al cacao y el maíz. Como siempre, todo de origen rastreable, en colaboración con productores y marcas afines, y abierto a cualquier persona que quiera probar algo distinto sin que le hablen en código.
Si algo quedó claro después de Hongosto, es que el sabor también puede ser una forma de pensar en común.