Sonidos de la vida cotidiana, bosques, lluvia, aire, acordes fúnebres, fiesta, pasado y futuro, un remolino de emociones en la evocación que provoca la música de Los Pream, que finalmente, después de tantos meses de anunciarlo, lograron concretar su primer álbum: Lëkïxï Ëjts. Los Pream son un vigoroso ensamble de jóvenes músicos que fusiona la tradición musical mixe de su natal Santa María Tlahuitoltepec, con influencias que van desde al jazz hasta el balkán, pasando por otros estilos musicales, como el sunn, folk y funk.
Sus integrantes, músicos profesionales, habían recorrido diferentes caminos y se forjaron en diferentes escuelas, grupos y escenarios, como el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), la Banda Municipal de Santa María Tlahuitoltepec, Los Rurales, Pasatono-Orquesta Mexicana, Cinema Domingo o Ensamble Kafka.
Andrés Vargas y Mario Cardozo en las trompetas, Vladimir Medina en el keytar, Jonás Uriel en la batería, Óscar Martínez en la tuba, Facundo Vargas en el trombón y Konk Balam, en la guitarra.
Nacen, como grupo, en el 2017, en una fiesta de Santa María Tlahuitoltepec, de ahí, han sido invitados a diferentes antros, restaurantes y eventos, como el Festival del Jazz en Mazunte o el Filuni de la UNAM.
Su música los ha convertido, en muy poco tiempo, en un grupo de culto, ya que logran fusionar a la perfección, la tradición y la innovación, demostrando, al mismo tiempo, el nivel musical que tienen los pueblos originarios mixes.
El disco se grabó hace varios meses, en una casa de adobe en Tlahuitoltepec, no sólo porque es el pueblo que les da identidad, sino porque este tipo de arquitectura de los pueblos da una acústica muy singular y auténtica.
Un poco la pandemia atrasó el lanzamiento de Lëkïxï Ëjts, pero al mismo tiempo los llevó a adentrarse sin limitaciones, a experimentar con mayor libertad, a explotar su creatividad.
La presentación del disco se anunció en el rancho Tejas, en Santa María Tlahuitoltepec Mixes, donde invitaron a dos proyectos musicales nacientes: Kujipy y Los 7 Cuerdas de Rancho Tejas.
Tienen todo organizado, las áreas de camping, de comer y rutas para llegar, parque los asistentes, además de sentir su música, se adentren en la naturaleza, en comunión con la Tierra Madre.
Su música es como una explosión de energía, llena de simbolismos que te remiten a una cultura cargada de rituales y significado, a sentimientos encontrados, para, lentamente, apoderarse de los sentidos.
Los Pream, que sin perder su sencillez han tocado incluso en las calles de la capital oaxaqueña, se encaminan a paso firme a ocupar un lugar con los grandes de la música mexicana.
