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Día de plaza en Tlaxiaco, el mercado tradicional en la Mixteca

Uno de los tianguis más representativos en Oaxaca se instala los domingos en Tlaxiaco.

Cada tianguis o mercado no sólo representan nuestro entorno natural, son un reflejo de nuestras dietas y forma de vida.

Chiles, tomates, ajo y cebolla, son los productos que, seguramente, encontrarás en todos los mercados, incluso de México, por ser la base de nuestros guisados.

Y en cada mercado, hay una gran variante que dependen de la región, como en Tlaxiaco, conde encontramos cuajilote, una fruta que además de rica, tiene muchas propiedades curativas.

Se dice que ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre, por lo que es muy benéfica para diabéticos.

Se usa para los cálculos en las vías urinarias, como diurético, para aliviar la tos, gripe, dolor de cabeza y diarrea.

Está la Pitahaya o fruta del dragón, que se considera un tesoro desde el punto de vista nutricional, ya que contiene antioxidantes, mucílagos, ácido ascórbido, fenoles, es rica en vitamina C, vitaminas del grupo B, minerales como calcio, fósforo, hierro y posee proteína vegetal y fibra.

Otro de los frutos estrella en los tianguis de la Mixteca es la mora,  considerada fruta silvestre con un alto valor nutritivo y refrescante. Una de las frutas que más antioxidantes aporta, además de contener fibra, vitamina C, E, A y B, potasio, calcio y ácidos naturales.

La ventaja de estos mercados, es que, al venir de distintas localidades, traen productos orgánicos y criollos, con la garantía de que no utilizaron químicos en su siembra, y que muchas veces sólo son de agua de temporal, como los duraznitos.

Algunos productos de temporada, como los hongos comestibles que hacen su aparición en la época de lluvias.

Además del componente alimenticio, en los tianguis se encuentra una gran diversidad de especies vegetales con fines medicinales o terapéuticos.

La venta de animales es otra de las costumbres que en muchos pueblos de Oaxaca se están perdiendo. Ganado, aves de corral y otras especies, tanto para consumo, como para el campo.

No se deben olvidar las artesanías locales, como los bolsos que elaboran con palma.

En su mayoría las vendedoras son mujeres, adultas y hablantes de una lengua indígena.

Tlaxiaco fue, durante muchos años, un emporio comercial, se volvió el punto de llegada de productos de diferentes localidades de Oaxaca, al mismo tiempo, los productos eran llevados a otras regiones y a ciudades como Puebla y México.

Gran parte de la vida social de la región se desarrolló en torno al comercio.

A partir de la pandemia, el tianguis se ha suspendido, por lo menos, en dos ocasiones.

El París chiquito, como llaman a Tlaxiaco, aún conserva su esencia, aunque tal vez, como dicen los pobladores, no tenga el esplendor de antaño, sigue siendo una muestra viva de nuestra cultura, diversidad y raíces.

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