La catrina de Luis García
La catrina es una posada de Mazunte, fundada en 1998 la cual se ha hecho famosa por dos cosas.
La primera y la más importante es porque ahí cocina Luis, el cocinero que tiene la fama de cocinar más rico en toda la zona de la costa chica.
La segunda es por la increíble decoración de figuras papel mache con alambre que tiene en toda su galería, inspiradas todas por un personaje; La catrina, y por su creador original, Jose Guadalupe Posada.
Estos dos elementos hacen que ir a cenar a La catrina sea toda una experiencia gastronómica y cultural
El maestro
Luis Garcia, originario de la ciudad de México estudió oceanografía, sin embargo por azares del destino realizó un viaje al rededor del mundo por más de 10 años.
Conoció Sudamérica, Norteamérica, Europa y Asía. En sus idas por la vida aprendió a cocinar, trabajó en la gastronomía y conoció nuevos sabores de países como Francia, Italia, India, Tailandia, Nepal, Japón, Canadá, Brasil, entre otros.
Después de un bagaje largo volvió a México con la ilusión de encontrar un lugar paradisíaco a orillas del mar para así tirar raíces.
Su búsqueda comenzó en las playas de Jalisco pero no se vio convencido, hasta que finalmente llegó a Zipolite, tampoco la playa de la muerte lo entusiasmo, pero fue en ese entonces cuando emprendió una camita hacia Mazunte. Al llegar a esta playa su vida cambiaría para siempre. Mazunte se volvería su lugar eterno.
El vecino de Luis
Al poco tiempo Luis y Mireya (Su esposa) empezaron una vida nueva en la costa de Oaxaca, dentro de sus actividades comenzaron a ofrecer de cenar. Desde entonces ella se encarga de los postres. Todo era nuevo y virgen.
En el año 1997 un huracán de nombre Paulina azoto fuertemente las costas oaxaqueñas, destrozando prácticamente todo lo que encontró a su paso, ha sido uno de los huracanes más mortíferos y destructivos en la zona.
Al verse todo el pueblo afectado Luis opto por buscar un lugar en el monte de Mazunte, y es así como comienza la historia de La catrina en 1998.
Su nombre se dio porque en aquel entonces al lugar al que se habían mudado estaba completamente solo, su único vecino era el panteón, por lo que a Luis se le vino la idea de llamarle La catrina. Ese mismo año realizó su primer obra de papel mache a tamaño real. Le hizo el honor al maestro Posada y a la catrina, haciendo una versión juchiteca, a la que llamo la «Catrinteca».
Las inigualables cenas de La Catrina
Desde 1998 Luis ofrece el servicio de hospedaje. Cuenta con una cabaña muy linda, ideal para 2-6 personas. El servicio no incluye desayuno, es opcional.
Sin embargo el fuerte se ha vuelto el servicio de cenas, esto es para todo el público en general, estén o como huéspedes.
Lo que sí es que se necesita hacer una reservación al menos con unas horas de anticipación, pero es mejor si se realiza un día antes.
Ya que Luis es muy selectivo con lo que prepara, busca los mejores productos frescos y de temporada. Y también es muy cuidadoso con los gustos de sus comensales, cuida que no tengan alergias, padecimientos o gustos personales que alteren el menú único que les preparará,
La cena cuenta con tres tiempos.
Generalmente una entrada, que puede ser alguna sopa, pasta, ensalada.
El plato fuerte. Que varia dependiendo los gustos del cliente
y el postre. las bebidas son aparte y cuenta con diferentes opciones, vinos, cervezas o bebidas frescas sin alcohol.
Puedes hacer tu reservación al número 958 111 3225
La página de facebook de La catrina es: https://www.facebook.com/Posada-La-Catrina-323882997651455/
Y la cuenta personal de Luis es: https://www.facebook.com/luis.garciaaviles.3?fb_dtsg_ag=AdxcQjcMQ-2EALW-XGw80XwC4V66Ef-_YUNeZPhkL076Ug%3AAdwdbqzuzO_273RqMebl_cGMezlRhNNRO-E7SktfzbnlEQ
La ubicación es la siguiente: https://bit.ly/2NdfBOe
Leche con tuna en La catrina
Nuestra experiencia en La catrina fue perfecta, la atención de Luis y Mireya fue excepcional, realmente te hacen sentir como en casa.
Comimos lo siguiente:
1. Crema de zanahoria con naranja
2. Camarones con salsa de guayaba
3. Flan casero
Acompañamos nuestra comida con un vino blanco y cervezas claras.
Sin palabras, todo fue delicioso, no dejamos nada, queremos recalcar que Luis preparo una salsa casera con chapulines y un pan integral que el mismo horneo.
Toda la comida fue riquísima, pero más que la comida con este sazón de comida internacional que el maestro Luis tiene.
Lo verdaderamente inolvidable es la experiencia, escuchar el mar, las aves, el viento, la tranquilidad, la obra de Luis, el ambiente rústico de la posada, la buena onda de los anfitriones, el anochecer, la fauna mazunteña, el olor de la comida, la cocina, las amacas, el buen vino y el placer de disfrutar de personas cálidas, amables y verdaderos seres humanos.
Tienes que vivirlo para poder entenderlo.
Visita Mazunte, es mágico. Y no dudes en visitar a Luis, cenar en la catrina y pasar un momento que jamas vas a olvidar.
