- Publicidad -spot_img

Fiestas del Carmen en Oaxaca

Arrancan las fiestas que dan color y sabor a esta mágica tierra. Al iniciar la celebración de la Virgen del Carmen Alto se le da la bienvenida a las fiestas de la Guelaguetza.

La tradición, que mezcla lo religioso con lo cultural, inicia con las mañanitas a la Virgen, repique de campanas, cohetería, chirimía y los puestos de comida alrededor del templo,

Es la Virgen del Carmen, la más venerada en Nueva España antes del surgimiento de la Virgen de la Guadalupe, por lo que todas las ciudades fundadas después de la Conquista tenían un templo dedicado a la adoración mariana del Monte Carmelo.

En la Villa de Antequera, ahora Oaxaca, se establecieron dos, que ahora se conocen como el Carmen Alto y el Carmen Bajo, bajo la orden de las Carmelitas Descalzas que se establecieron en la ciudad en 1696.

La fiesta del Carmen se llamaba “Corpus del Carmen” y duraba varios días. Como no se permitían distracciones paganas sino hasta el lunes siguiente, ese día se realizaba una verbena popular que duraba una octava, misma que se realizaba en la faltas del cerro de la Soledad, donde los españoles construyeron un fortín, por eso el lugar es conocido como Cerro del Fortín.

Así, se estableció la regla que el primer Lunes del Cerro se celebra al concluir la fiesta de la Virgen del Carmen, que es el 16 de julio y a los ocho días se repite la octava; sin embargo, por respeto a Benito Juárez, si la primera vendimia cayera el 18 de julio, aniversario luctuoso del ilustre oaxaqueño, se recorre otra semana y el segundo lunes cae el 1 de agosto.

Otra leyenda afirma que el templo católico, el del Carmen Alto, sustituyó al gran Teocalli de Huaxyacac, donde la ciudad indígena celebraba la gran Fiesta de los Señores en honor a Centeótl, un dios dual, patrón del maíz y de la bebida en los rituales, que se realizaba en el año trece tecpal y que coincidía con la festividad dedicada a la virgen del Monte Carmelo.

A la llegada de los españoles, se mandó destruir el antiguo teocalli mexica y en su lugar se erigió la ermita de la Santa Vera Cruz, que  tiempo después quedó abandonada, por lo que al arribar a la Nueva Antequera los frailes Carmelitas Descalzos, el obispo Tomás de Monterroso, les concedió que ocuparan lo que quedaba de esa antigua edificación. Los frailes aprovecharon la oportunidad y construyeron el templo actual.

Se asegura que la celebración se cristianizó y se convirtió en la Guelaguetza, con lo que se completó el sincretismo de dos culturas.

Desde entonces, comerciantes de puestos de comida típica oaxaqueña se instalan afuera del templo y exconvento del siglo XVI.

Se ofrece una muestra de la gastronomía oaxaqueña, puedes encontrar las tradicionales empanadas de amarillo, verde, flor de calabaza, champiñones, memelitas, tacos dorados, incluso, platillos istmeños, como garnachas y pollo garnachero.

Así que ya sabes, si quieres vivir toda la tradición oaxaqueña, es obligatorio asistir a degustar de un rico antojito regional para vivir la fiesta en todo su esplendor.

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Recientes